CULTURA

Reconocimiento de Diablos Danzantes como Patrimonio Inmaterial reivindicaría esta tradición
Reconocimiento de Diablos Danzantes como Patrimonio Inmaterial reivindicaría esta tradición



El viceministro para el Fomento de la Economía Cultural, Humberto González, aseveró que si la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) reconoce a los Diablos Danzantes de Corpus Christi como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se reivindicaría a los venezolanos, a esta tradición y a la espiritualidad.

“Eso será sólo una excusa más para volver a nuestros tradiciones originales; no sólo los Diablos sino la gran riqueza existente en el país". Así lo dio a conocer este martes 4 de diciembre en su intervención en el programa radial La Bodega Cultural, que se transmite todos los martes de 7:00 a 8:00 am, por Alba Ciudad 96.3 FM.

En contacto telefónico, Rafael Salazar, reconocido musicólogo y estudioso de la tradición musical venezolana, hizo énfasis en la contextualización religiosa de esta manifestación. Al respecto, señaló que para devolverle la fuerza a la tradición de las diabladas, “la Iglesia Católica decidió que hasta los reyes deben arrodillarse ante el Santísimo Sacramento. Añadió que estudió por muchos años las diferentes diabladas en España, pero en nuestro país quien impulsa esta celebración religiosa, es el pueblo con influencias africanas en sus pasos, en la danza, vestimenta, y máscaras, ya que este rito se inició en el siglo XXVII”.

Continuó diciendo que a propósito de este gran acontecimiento, en Caracas se debería hacer una campaña para reactivar los Diablos Danzantes en la Capital venezolana “yo tengo una documentación importante sobre esta manifestación y cómo se realizaba en las diversas zonas de Caracas”, dijo.

En otro contacto telefónico, Pablo Azuaje, primer capataz de los Diablos Danzantes de San Francisco de Yare, manifestó sentirse orgulloso por practicar “esta manifestación religiosa y cultural que tiene 400 años aproximadamente de tradición, la cual se traduce en una hermandad de padres a hijos. Desde 1749 la población de Yare se organiza para danzar y es necesario decirles a todos que no se puede confundir con una fiesta, sino que es una manifestación religiosa que mantenemos y que bebemos luchar para que perdure en el tiempo y nuestras generaciones se deban al Santísimo”, reiteró Azuaje.

La decisión de la Unesco será divulgada este miércoles durante la séptima reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en París, Francia.

Como parte de la programación en homenaje a los Diablos se tiene previsto que este viernes 7 de diciembre, que en cada una de las poblaciones donde se asientan las 11 cofradías, se realicen actividades; y el domingo 9 de diciembre desde las 10 de la mañana en el Paseo Los Próceres, el encuentro de las 11 cofradías, que se rendirán ante el Santísimo Sacramento.

T/ Trilce Quiaragua

Filarmónica Nacional conjugó notas caribeñas con zapateao criollo en concierto dominical
Caracas, 25 Nov. AVN.- Acompañada de violas, chelos, flautas, clarinetes, trompetas, arpa, cuatro y maracas, la Orquesta Filarmónica Nacional conjugó sus melodiosas notas con ritmos caribeños y tradiciones populares de Venezuela, en un concierto ofrecido la mañana de este domingo en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño.
Cuando el reloj marcaba las 11:15 de la mañana, un atmósfera misteriosa arropaba los asientos de la sala, pero con el ritmo pausado de Mediodía del llano, del venezolano Antonio Estevez, el aura se tornó picaresca y reposada como la llanura del caluroso Guárico.
Minutos después, flautas, trompetines y trombones se sumaron para dar color al Tríptico Caribeño de Luis Ochoa que pintaba un "Merengue" de la otrora Caracas de "los techos rojos", donde las esquinas eran buenos espacios para echar un pie a cualquier hora del día.
Con instrumentos en manos, músicos contorneaban sus cuerpos al ritmo de la tonada y contagiaban a los asistentes, quienes movían tímidamente los pies al ritmo de la melodía.
Francia Blanco se acercó desde Las Acacias para disfrutar de una mañana musical, a la cual calificó de "extraordinaria, porque me parecen que son ritmos que forman parte de nuestra idiosincrasia y que interpretados por una filarmónica son magistrales. Además, el concierto es gratis, cosa que me contenta porque casi no voy a eventos culturales, por su precio alto".
El "Bolero" produjo una suerte de dinamismo en el director invitado, Pedro Mauricio González, quien se separó de su postura estática para dar paso a la balada corporal que acompañó su batuta durante toda la interpretación.
Antes del llamado a intermedio, el público se alzó en una ola de aplausos que conmovió a González y al resto de los intérpretes, quienes de pie respondieron agradecidos con sus instrumentos en mano.
Después de 10 minutos de receso, la Orquesta Filarmónica Nacional fue reconocida como Patrimonio Cultural del Municipio Libertador de la capital venezolana por su compromiso social con el país, por sus años de dedicación al género tradicional y latinoamericano y por desarrollar programas semanales en compañía de las comunidades.
De manos del concejal Simón Pereira, el presidente del Centro Nacional de la Música, José Antonio Naranjo recibió el gran pergamino que certifica la distinción y, con esto, reconoce la labor de más de 80 interpretes dedicados a deleitar oídos nacionales e internacionales.
Acto seguido, los maestros de la tonada llanera Vidal Colmenares y José "Cacho" Linares asomaron sus voces para dibujar el contrapunteo popular de Florentino y el diablo , escrito en 1940 por el poeta y político Alberto Arvelo Torrealba.
Como narrador participó el locutor Ignacio Barreto, quien entonó "El coplero Florentino por el ancho terraplén caminos de desamparo desanda a golpe de seis" y a su voz se dio inicio la bravía sonoridad del arpa, cuatro y maracas criollas.
Así, perseguido por el hombre vestido de negro, desafiante y orgulloso, Florentino respondió "sepa el cantador sombrío que yo cumplo con mi ley. Si yo canto con todos, tengo que cantar con él" y de esa manera la euforia del público también retornó para acompañar los versos clásicos de la tradición oral venezolana.
La filarmónica participó con melodías de fondo que aportaron dramatismo a la pieza y dejaron volar la imaginación de los asistentes, quienes una vez más fueron testigos de la honorable victoria del bien sobre el mal, celebrada por el mejor jinete y coplero del llano venezolano, Florentino.
"Esto es espectacular porque es nuestra música venezolana. Que un concierto como este sea gratuito demuestra las políticas culturales que se adelantan hoy, ya esa cultura elitista en el país desapareció", reflexionó Pilar Esnal, del sector La Carlota.
A la 1:30 de la tarde los instrumentos dieron su tonada final y con ello la ovación de pie que se mantuvo por minutos en acción para demostrar su cariño y respuesta positiva después de casi dos horas de repertorio venezolano.
El concierto forma parte de las actividades que adelanta la orquesta a propósito de sus 25 años de trayectoria musical.
AVN 25/11/2012 15:37
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Diablos Danzantes de Turiamo: espantando al demonio del exilio
Caracas, 25 Nov. AVN.- Mueve los pies con una maestría tal que parece que flotara. Juan de Dios Mijares agita su maraca y durante el baile se tambalean en sus cintura 18 ruidosos cencerros que espantan al demonio; también resuena el cascabel que, al igual que su nombre, lo heredó de su padre, quien fuera en vida el tercer capataz de los Diablos danzantes de Turiamo.
Los turiameros, que colocaban sus coloridos trajes y sus máscaras para burlarse del diablo y rendirse ante el Santísimo Sacramento nueve jueves después del Jueves Santo, el 30 de marzo de 1957, fueron corridos de sus tierras por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, para instalar allí una base naval.
"Cuando los sacaron lloraban porque tenían todo a la mano. Cultibaban arroz, maíz, granos, tenían el cacao, plátano, yuca y las salinas", dice Juan de Dios. Sin embargo, secaron las lágrimas y cargaron con sus santos hasta el Barrio 23 de Enero, el barrio El Recurso y La Coromoto, en Maracay, estado Aragua, donde se instalaron con sus manifestaciones, no con poca resistencia de un sector católico de la localidad que despectivamente los llamó "indios".
Con las maracas, instrumentos heredados de los pueblos originarios, los Diablos danzantes de Turiamo resistieron mientras las batían en sus manos por las calles del 23 de Enero, del barrio La Coromoto y de El Refugio.
El investigador Roberto Correa se remonta a las raíces de la fiesta en honor y alabanza al Santísimo Sacramento, en Bélgica, en 1230. Vincula la manifestación con el chamanismo indígena y deja abierta la posibilidad de que exista alguna relación entre los diablos danzantes de Venezuela y las antiguas cofradías y sociedades secretas del África negra.
La fiesta
Un mes duran los ensayos de los promeseros que bailarán por primera vez, y el miércoles, a las 8:00 de la mañana, en la víspera del día de Corpus Christi, empiezan a montar el altar del Santísimo Sacramento. Un cohete en el cielo avisa su instalación. Luego, el primer capataz santigua a los nuevos danzantes, hacen un sancocho y el velorio se extiende hasta el amanecer.
A las 7:00 de la mañana del jueves caminan del 23 de Enero hasta La Coromoto y, en la casa de la rezandera Reina Faneites, se alistan. Se colocan sus trajes realizados con telas estampadas y de colores llamativos y cubren sus rostros con las máscaras, ya no de totuma y coco seco como lo hacían en Turiamo, sino de cartón y alambre, que ayuda a soportar el calor que arrecia en la ciudad de Maracay.
"En el momento de colocarse la máscara, el promesero danzante manifiesta un cambio de actitud. Refleja euforia, acompañada de una fuerza física manifestada en la virtuosidad y destreza de la danza", apunta Correa.
Juan de Dios Mijares se coloca una máscara que se asemeja a la imágen de un dragón, ajusta los cencerros en su cintura, pero además toma su mandador, una especie de látigo de cuero con un palo de madera, y su
maraca para emprender la marcha a la Iglesia y escuchar la misa con sus pares.

Llegan al templo bailando y se alejan de él moviendo los pies y las maracas. Son varias los bailes que ejecutan y los nombres de ellas salen de la boca de Juan de Dios Mijares como en coreografía: "La danza del caracol, la cruzada, la villana, la danza del mono, la danza del muerto. De las diabladas que existen somos la que tiene más danzas y el cuatro las acompaña".
El demonio del exilio
Juan de Dios Mijares asegura que fue por el siglo XVII cuando los diablos empezaron a bailar en Turiamo, por lo que tienen más de 300 años espantando al demonio, burlándose de él. Además, han pasado más de cinco décadas, desde el desalojo de la dictadura perejimenista, luchando con una fuerza diabólica no menos brutal: El exilio.
Unos 200 diablos danzan en promedio y cada año se suman más, sobre todo niños que desde muy corta edad se van enamorando con el baile. Así se reproducen los diablos danzantes y el fuego de la celebración crece, pero aún se siente la nostalgia por sus tierras.
"He ido a Turiamo a ver las ruinas de la iglesia, a ver la parte del cacaotal, las salinas, lo he recorrido. Quisieramos tener oportunidad nuevamente de visitar a esas tierras y si nos dan la oportunidad de trabajarlas, enseguida las trabajamos", dice Juan de Dios.
Antonio Barrios AVN 25/11/2012 11:11
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